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El dedo en gatillo es una afección en la que uno de los dedos queda atascado en una posición de flexión. El dedo puede flexionarse o estirarse con un chasquido —como un resorte que se tira y se libera—. El dedo en gatillo también se conoce como «tenosinovitis estenosante». Se produce cuando una inflamación estrecha el espacio dentro de la vaina que rodea el tendón del dedo afectado. Si el dedo en gatillo es grave, el dedo puede quedar trabado en la posición de flexión. El dedo o dedos en resorte o gatillo es una patología bastante frecuente y se ve más en población manual a partir de los 35-40 años.
Los signos y síntomas del dedo en gatillo pueden progresar de leves a graves, y comprenden los siguientes:
Se produce porque un ligamento (polea) atrapa el tendón flexor del dedo. La función inicial de este ligamento es sujetar el tendón para que se mueva pegado al hueso y su acción sea más eficiente. En ocasiones lo que sucede es que puede engrosarse el tendón (tenosinovitis) o el ligamento, por diferentes motivos, evitando que el tendón se mueva bajo la polea con normalidad y atrapándose en un punto, lo que provoca esa sensación de gatillo.
El diagnóstico es clínico principalmente, es decir, con la información que obtenemos de los síntomas que nos cuenta el paciente y con nuestra exploración. Además, podemos solicitar una ecografía (ECO) para valorar el grado de afectación.
En casos leves se puede realizar un tratamiento conservador, esto es, antiinflamatorio y/o infiltraciones. En casos más avanzados lo que solemos proponer es la liberación quirúrgica del tendón abriendo el ligamento que lo comprime. Esta intervención tiene un tiempo medio de duración de unos 5-7 minutos.
En esta intervención hacemos una incisión de unos 2cm sobre la polea afectada para llegar directamente a la zona de la compresión y seccionar dicha polea que oprime al tendón para que no haya nada que evite el movimiento normal del mismo. Esta es la solución más definitiva y la que evita en la gran mayoría de los casos la progresión de la patología.
La cirugía se realiza con anestesia local y suele ser ambulatoria, es decir, no requiere pasar la noche en el hospital. El paciente sale de quirófano con la mano vendada pero se le permite mover desde el primer momento. Esta venda se retirará tras la primera cura y se cambiara por un apósito. Posteriormente sólo se tiene que tener la herida limpia y seca hasta la retirada o caída de los puntos de sutura. El tiempo de baja es corto debido al tipo de intervención y la técnica quirúrgica empleada variando, según pacientes, de una a tres semanas.
¿Qué es?
El dedo en gatillo es una afección en la que uno de los dedos queda atascado en una posición de flexión. El dedo puede flexionarse o estirarse con un chasquido —como un resorte que se tira y se libera—. El dedo en gatillo también se conoce como «tenosinovitis estenosante». Se produce cuando una inflamación estrecha el espacio dentro de la vaina que rodea el tendón del dedo afectado. Si el dedo en gatillo es grave, el dedo puede quedar trabado en la posición de flexión. El dedo o dedos en resorte o gatillo es una patología bastante frecuente y se ve más en población manual a partir de los 35-40 años.
¿Qué síntomas tiene?
Los signos y síntomas del dedo en gatillo pueden progresar de leves a graves, y comprenden los siguientes:
- Rigidez en el dedo, especialmente por la mañana
- Sensación de chasquido o crujido cuando mueves el dedo
- Sensibilidad o un bulto (nódulo) en la palma de la mano, en la base del dedo afectado
- El dedo se queda atascado o trabado en la posición de flexión, y se estira con un chasquido de manera repentina
- El dedo se traba en la posición de flexión y no puedes volver a estirarlo
¿Por qué se produce?
Se produce porque un ligamento (polea) atrapa el tendón flexor del dedo. La función inicial de este ligamento es sujetar el tendón para que se mueva pegado al hueso y su acción sea más eficiente. En ocasiones lo que sucede es que puede engrosarse el tendón (tenosinovitis) o el ligamento, por diferentes motivos, evitando que el tendón se mueva bajo la polea con normalidad y atrapándose en un punto, lo que provoca esa sensación de gatillo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico principalmente, es decir, con la información que obtenemos de los síntomas que nos cuenta el paciente y con nuestra exploración. Además, podemos solicitar una ecografía (ECO) para valorar el grado de afectación.
¿Cómo se trata?
En casos leves se puede realizar un tratamiento conservador, esto es, antiinflamatorio y/o infiltraciones. En casos más avanzados lo que solemos proponer es la liberación quirúrgica del tendón abriendo el ligamento que lo comprime. Esta intervención tiene un tiempo medio de duración de unos 5-7 minutos.
¿En qué consiste la cirugía?
En esta intervención hacemos una incisión de unos 2cm sobre la polea afectada para llegar directamente a la zona de la compresión y seccionar dicha polea que oprime al tendón para que no haya nada que evite el movimiento normal del mismo. Esta es la solución más definitiva y la que evita en la gran mayoría de los casos la progresión de la patología.
¿Cuál es el postoperatorio?
La cirugía se realiza con anestesia local y suele ser ambulatoria, es decir, no requiere pasar la noche en el hospital. El paciente sale de quirófano con la mano vendada pero se le permite mover desde el primer momento. Esta venda se retirará tras la primera cura y se cambiara por un apósito. Posteriormente sólo se tiene que tener la herida limpia y seca hasta la retirada o caída de los puntos de sutura. El tiempo de baja es corto debido al tipo de intervención y la técnica quirúrgica empleada variando, según pacientes, de una a tres semanas.